Génesis 1:1-31; 2:1-3


En reiteradas ocasiones, después de los servicios dominicales, me he sentido confundida y decepcionada.

Con frecuencia he visto siervos de Dios, colaboradores de la obra, predicar la Biblia como si solamente fuera historia. Si bien no estaban equivocados en su mensaje, para mí la Biblia es mucho más que historia.
Es cierto que de los mensajes del Nuevo Testamento podemos sacar cosas buenas para nuestra vida actual, con respecto a lo que nos ocurre a diario, pero también podemos hacerlo del Antiguo Testamento.
También con mucha frecuencia los nuevos visitantes entran a la iglesia entusiasmados y se van diciendo: "el domingo nos vemos..." pero nunca vuelven.
Quiero demostrarles hoy, aquí y ahora, que este maravilloso libro es, no solamente un compendio de historia y de sabiduría, sino un instructivo de cómo armar en nuestra vida eso que todos queremos y pocos nos animamos a decir que nos falta: la felicidad.
En este blog estaremos comentando y reflexionando acerca de lo que la Palabra de Dios leída representa para nosotros hoy, aquí y en nuestras circunstancias.
Ojalá logremos el cometido.
Dios los bendiga.





LA CREACIÓN


11 En el principio creó Dios los cielos y la tierra.
2 Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz de las aguas.
3 Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz.
4 Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas.
5 Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y la mañana un día.
6 Luego Dijo Dios: Haya expansión en meio de las aguas, y separe las aguas de las aguas.
7 E hizo Dios la expansión, y separó las aguas que estaban debajo de la expansión, de las aguas que estaban sobre la expansión. Y fu así.
8 Y llamó Dios a la expansión Cielos. Y fue la tarde y la mañana el día segundo.
9 Dijo también Dios: Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase lo seco. Y fue así.
10 Y llamó Dios a lo seco Tierra, y a la reunión de las aguas llamó Mares.  Y vio Dios que era bueno.
11 Después dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde, hierba que de semilla; árbol que dé fruto según su  género, que su semilla esté en él, sobre la tierra. Y fue así.
12 Produjo, pues, la tierra hierba verde, hierba que da semilla según su naturaleza, y árbol que da fruto, cuya semilla está en él, según su género. Y vio Dios que era bueno.
13 Y fue la tarde y la mañana el día tercero.
14 Dijo luego Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche; y sirvan de señales para las estaciones, para días y años,
15 y sean por lumbreras en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra.Y fue así.
16 E hizo Dios las dos grandes lumbreras; la lumbrera mayor para que señorease en el día, y la lumbrera menor para que señorease en la noche; hizo también las estrellas.
17 Y las puso Dios en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra,
18 y para señorear en el día y en la noche, y para separar la luz de las tinieblas. Y vio Dios que era bueno.
19 Y fue la tarde y la mañana el día cuarto.
20 Dijo Dios: Produzcan las aguas seres vivientes, y aves que vuelen sobre la tierra, en la abierta expansión de los cielos.
21 Y creó Dios los grandes monstruos marinos, y todo ser viviente que se mueve, que las aguas produjeron según su género, y toda ave alada según su especie. Y vio Dios que era bueno.
22 Y Dios los bendijo, diciendo: Fructificad y multiplicaos, y llenad las aguas en los mares, y multiplíquense las aves en la tierra.
23 Y fue la tarde y la mañana el día quinto.
24 Luego dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes según su género, bestias y serpientes y animales de la tierra según su especie. Y fue así.
25 E hizo Dios animales de la tierra según su género, y ganado según su género, y todo animal que se arrastra sobre la tierra según su especie. Y vio Dios que era bueno.
26 Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.
27 Y creo Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.
28 Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.
29 Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer.
30 Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta verde les será para comer. Y fue así.
31 Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana el día sexto.
21 Fueron, pues, acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos.
2 Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo.
3 Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación.





COMENTARIO
En muchas ocasiones miramos este pasaje de manera muy superficial e histórica. Decimos: Sí, ya sé, Dios creó el mundo en seis días y al séptimo descansó. Sigamos.
Pero la verdad es que más allá del significado teológico y religioso hay uno más importante, que es el significado que hemos de darle para nuestra vida en el día de hoy, en nuestro tiempo, en nuestro momento, en nuestro círculo social. Yo no soy teóloga ni tengo estudios profundos acerca de la Biblia. Sólo aporto lo que el Espíritu Santo trae a mi corazón. Es maravilloso ver el Génesis como una prueba más de la existencia del Dios sobrenatural y todopoderoso que muchos se han negado a ver. ¿Cómo es posible que el escritor del Génesis, con tan pocos recursos científicos, mejor dicho, con ninguno, supiese exactamente el orden cronológico de la aparición de diferentes formas de vida en el universo? Está comprobado que el orden que da el Génesis es el más acertado de todos los propuestos por diversas teorías científicas, y el más cercano a la realidad.
Esto no debería extrañarnos. Sabemos y creemos que lo que la Biblia dice es verdad, por lo tanto, sabemos que el escritor de este libro no lo escribió de esta forma porque se le antojó, sino porque le fue dictado, no sé de qué manera, por Dios mismo. Y Dios no miente nunca.
La Biblia no contradice la ciencia moderna, al contrario, la ciencia está cada vez más cerca de aprobar las teorías bíblicas, no teniendo medio de refutarlas o encontrar pruebas en contra de sus verdades.

ORACIÓN: 
Amado Señor, permite que cada día que pase en mi vida, recuerde que nada puede contradecir tu Palabra, que tu Palabra es verdadera y con fundamento, que Tú eres el mejor camino para seguir, que si te sigo no me perderé, sino que llegaré a buen destino. Te amo, Señor, y alabo tu nombre porque es lo único que tengo para darte que sale realmente de mí, mi corazón y mi amor.

PARA HACER: 
Sal a dar un paseo por algún lugar que esté en contacto con la naturaleza y medita en la grandeza de la creación. Anota en tu libreta de oración de qué forma has disfrutado  de la naturaleza y la creación de Dios. Ora agradeciéndole por lo que tienes a tu alrededor.


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