Cual es la verdadera iglesia


En muchas ocasiones ocurre, mayormente en los jóvenes y adolescentes, que entramos en la duda acerca de la congregación a la cual asistimos. Escuchamos sermones que nos confunden y no sabemos si tomar en cuenta las palabras que escuchamos o bien cambiar de iglesia.
Entramos a preguntarle a otras personas, que van a otras congregaciones y nos dicen, por supuesto, que ellos están mejor que nosotros y debemos congregarnos allí.
El problema es que no estamos seguros de nada, y para mayor de los males, no sabemos si Dios está de acuerdo.
Ok, sólo diré que ése no es el problema real.
El verdadero inconveniente es que no sabemos lo que la Palabra de Dios dice al respecto.
Navegando en internet he visto este interesantísimo artículo que vale la pena leer. Solamente les daré algunos títulos para que puedan entender de qué se trata.

El nombre del artículo es "Señales distintivas de la iglesia", está basado en las palabras del apóstol Pablo en 1 Corintios 3:11
Nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo

Además cita en primer lugar a Charles Spurgeon, lo cual nos dice de antemano que es un artículo de calidad:
"Una comunidad, congregación, jerarquía, secta o corporación, puede llamarse a sí misma "iglesia", pero si no está edificada sobre Cristo, no es una iglesia de Cristo. No importa cuán grande sea en números, ni cuan poderosa económicamente, ni cuan sabia; no es la iglesia de Cristo si no está edificada sobre Cristo."

Luego, para completar el artículo, nos explica algunos puntos:
  1. La verdadera iglesia siempre pone a Cristo en primer lugar.
  2. La verdadera iglesia se parece a Cristo.
  3. La verdadera iglesia descansa en Cristo, su fundamento.
  4. La verdadera iglesia no se fundamenta en ritos o ceremonias.
  5. La verdadera iglesia no está fundada en el compañerismo cristiano.
  6. La verdadera iglesia no obedece ciegamente un maestro religioso
Este es un artículo relativamente corto, sobre el cual se podrían decir muchas cosas más, a decir verdad, yo he comprobado en infinidad de ocasiones que muchas de nuestras congregaciones evangélicas padecen de estos síntomas. Criticamos a una iglesia católica por sus estatuas y ritos, pero bañamos en aceite a las personas e imponemos manos ligeramente, trayendo ropas y fotos de personas para que oren los pastores por ellos, como si la foto aumentara el poder de Dios sobre esa persona.
Queridos amigos, no creo estar equivocada al decir que en varios casos nos hemos transformado en fariseos, nuestra religión de buenas obras de pronto se ha vuelto legalista, salimos a orar alrededor de las ciudades en vez de enfrentarnos a la pobreza, el hambre, el dolor y la enfermedad de nuestros vecinos. Creo que no hay nada más que hablar, ya que como dijo Jesús en alguna oportunidad, "el árbol se conoce por sus frutos". O es que acaso importe más en este tiempo el dinero que ingresa a las arcas de las congregaciones, o bien la cantidad de personas que llenan nuestros templos, pero para nada nos interesamos en la calidad de la enseñanza que les estamos impartiendo o que nos están impartiendo desde los púlpitos.
¿Cuándo fue la última vez que el pastor tomó un café o un mate en tu casa?¿En qué momento se acercaron los líderes a nuestros hogares para ver si estábamos en alguna necesidad? ¿O es que dan por sentado que nuestra obligación es honrarlos y pedir de su ayuda cuando nos encontramos en problemas?
No nos mintamos, por lo menos, a nosotros mismos.
Pero... Como alguna vez dijo alguien a quien estimo mucho: "Nooooo, aquí eso no pasa..."








1 comentarios:

A veces no creemos que Dios nos habla cuando él realmente nos habla porque parece que lo que escuchamos son simples buenos pensamientos que vienen de nuestro interior.
Pero quiero comentarles lo que me pasó ayer a la tarde después de escribir este artículo. Llevé a mi hijo a jugar un rato a la play station a un ciber, luego de eso nos fuimos a la reunión de oración que la congregación donde me había estadop congregando por largo tiempo, y hacía un par de meses no asistía, tiene todos los martes.
Lo que me llama la atención justamente es que el pastor se refirió al mismo tema que expuse, por lo cual me convencí de que era el mismo Jesucristo hablando a mi vida.
Lo que agregó quiero compartirlo porque me parece interesante. Tomando como base la cita donde Pedro reconoce a Jesucristo como el Mesías, el pastor José nos marcó dos cosas fundamentales para reconocer la verdadera escencia de la iglesia de Cristo, aquella que él vendrá a buscar en algún momento: la revelación y la comunión. O mejor dicho: la comunión, y la revelación, puesto que esta es la primera condición para la otra.
Cuando tenemos una buena comunión con Dios, la revelación de su palabra fluye a nosotros de manera espontánea y abierta.

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