Lectura: Filipenses 2:5-11
Domingo 17 de Junio
¿Cuál es la distancia desde el trono de esplendor de Dios hasta el abismo de la Cruz del Calvario? ¿Cuál es la medida de amor del Salvador por nosotros? En la carta de Pablo a los filipenses, el apóstol describió el descenso de Jesús desde las alturas de la gloria hasta las prfundidades de la vergüenza y la agoía y Su ascenso de regreso (2:5-11).
Cristo es el Creador eterno y Señor de todo lo que existió, existe y existirá, y exaltado infinitamente sobre lo viciado y lo podrido del mundo. Ël es la fuente de vida, con millares de ángeles que cantan Sus alabanzas y hacen Su voluntad. Y, sin embargo, motivado por su amor hacia nuestra raza humana perdida, "se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de Cruz"(v.8). Vino a nuestro planeta, nació en un establo que era una cueva llena de hedores e inmundicia y le colocaron como un indefenso bebé en un pesebre.
Cuando se hizo hombre, soportó no tener un lugar para vivir (Mateo 8:20). Sediento, le pidió agua a una adúltera (Juan 4:7-9). Agotado, se quedó dormido en una barca en medio de un mar agitado por la tormenta (Marcos 4:37-38). Sin tener pecado alguno, las multitudes le adoraron un día (Mateo 21:9) y luego le condenaron como un criminal y murió en una cruz romana sufriendo de manera atroz.
¡Esa es la distancia desde el trono de Dios hasta el Calvario! ¡Esa es la medida de Su misericordia y gracia!
Dios irrumpió en la historia humana para ofrecernos el regalo eterno de la salvación
- VCG
Fuente: Nuestro pan diario 5/04/09
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